Compartir:

Nunca he sido seguidor fiel de las fechas del calendario que me imponen a tener detalles de amor. Véase por ejemplo el 14 de febrero San Valentín o de tópicos vacacionales de puentes establecidos y demás festivos, como pueden ser El Pilar, la Semana Santa, o la archiconocida a nivel mundial Navidad o segunda quincena de agosto. viajes para enamorados Es más, tengo comprobado desde que tengo uso de razón, que la mejor forma de viajar, es precisamente cuando los demás no lo hacen, o las fechas no son tan predecibles. Te podrá parecer una perogrullada, pero a mi me ha funcionando siempre para ir más cómodo, no encontrarme los sitios abarrotados y pagar algo menos que en plena temporada alta. Pero hoy estimados y estimadas lectores y lectoras, he venido a hablaros del amor. Sí, como lo oyes, y más concretamente, de lo que hacen, o hacían con algo más de épica en el pasado los enamorados: escaparse. Si hay algo que ha destacado siempre el amor verdadero. En la literatura y el cine, ha sido que los enamorados siempre han tenido por objeto escaparse.

Viajes para enamorados

Está claro, no es que esté descubriendo la pólvora, pero el dramatismo de escaparse y además, hacerlo sin que se entere nadie, o huyendo de una situación incómoda o nociva para ese amor verdadero, ha sido siempre el sentido romántico y la semilla de muchas relaciones de pareja. No te digo que les vaya a ir bien siempre, pero seguro que empezaron escapándose, y viajando a algún destino para enamorados, donde “empezar a conocerse” … sí, es que “no se habían conocido ya” lo suficiente. Sé lo que estás pensando: exacto, piensa mal y acertarás. viajes para enamorados Aunque hoy en día, no es necesaria tanta épica ni romanticismo, los enamorados se siguen y se seguirán escapando, siempre que tengan oportunidad. Es ley de vida, y si bien no necesitan esconderse en un barco como polizones, para desembarcar en una isla desierta donde no les moleste nadie, ahora pueden irse de crucero o pillarse una buena oferta de vuelo + hotel, a cualquier capital europea, que para eso del romanticismo y enamorarse, siguen dando mucho de sí. Estamos más cómodos que en épocas anteriores, al menos eso parece. Desde que San Valentín se viera obligado en el Siglo III d.C. a casar a parejas en secreto por la persecución al cristianismo en el Imperio Romano, cosa que además le costó la vida en el martirio, hasta ahora… ha llovido mucho. Antes quererse, era más una cuestión de supervivencia, y las escapadas de enamorados, eran quizás la única vía de escape contra lo establecido. Y ahora fíjate: regalamos flores, bombones, nos vamos a cenar por ahí… y nos hacemos escapadas de fin de semana. El caso es estar juntos y quererse.

Miguel Lázaro

Un ingeniero agrónomo que se perdió entre el mundo de los viajes y el de los datos. Bloguero políticamente incorrecto, y actualmente responsable del área CRM en Halcón Viajes.

Anterior Las mejores zonas donde dormir en París
Siguiente Los platos típicos de Granada

Categorías

Artículos relacionados