Si eres de esas personas que dejan la organización de las vacaciones para el último minuto y aún no tienes destino al que viajar en julio, aquí te dejamos una lista de las 10 ciudades de última hora a las que puedes dedicar tu tiempo de disfrute. A ver si te gustan tanto como a nosotros.

Top 10 ciudades para viajar en julio

1.- Pamplona

Bien, igual no es el lugar más adecuado si tu objetivo en las vacaciones es descansar, pero, si es salir de fiesta y pasarlo en grande, Pamplona acoge desde el 7 de julio las Fiestas de San Fermín donde, aparte de los famosos encierros, puedes disfrutar de una gran agenda de actividades en un entorno único y una gastronomía espectacular.

2.- Reykjavík

Aunque Islandia ya era uno de los destinos de moda en 2016, después de la actuación de su equipo nacional de fútbol en la Eurocopa, donde han llegado hasta cuartos de final, la capital islandesa se ha puesto aún más en el mapa. Eso sí, llévate algo de ropa de abrigo pues, aunque es verano y las temperaturas son suaves, el viento frío suele reinar en la ciudad, y refresca, créenos.

3.- Londres

Sí, Londres, en Reino Unido y, por el momento, en la Unión Europea. Aunque no se sabe cómo acabará el Brexit, ahora es buen momento de visitar la capital inglesa y disfrutar del Big Ben, el London Eye, la excelsa oferta cultural de la city, de los Fish & Chips, y, por qué no, del buen tiempo del verano, nada habitual en Londres.

4.- Boca Chica (República Dominicana)

Sol, playas, buenos hoteles, buen ambiente, planes familiares o románticos en pareja... ¿Qué más se puede pedir? Si tienes los 15 días de vacaciones aún colgados, vete a desconectar a este enclave de la República Dominicana, muy cerca de Punta Cana, y que te dejará desconectado durante tu estancia allí. Verás como, cuando vuelvas al trabajo, eres una persona diferente y, sobre todo, con más bronceado

5.- Cagliari (Italia)

Un plan algo más cercano físicamente es volar hasta Cagliari, en la isla italiana de Cerdeña. Si ya te gustan los paisajes de Ibiza o Mallorca, en Cerdeña vas a poder disfrutar de increíbles playas bañadas por el Mediterráneo, de tranquilas calas donde relajarte y, todo ello, con la gastronomía italiana y mediterránea que tanto nos encanta.

6.- Kotor (Montenegro)

Una de las ciudades montenegrinas que aún no es del todo conocida por los turistas. A orillas del Mar Adriático y con una población que no supera a los 6000 habitantes, este tranquilo pueblo montenegrino puede formar parte de una interesante ruta por los Balcanes que incluya también localidades de Croacia o Bosnia. Sin duda, un plan original y que puede dejar en tu tarjeta de memoria de fotos unos espectaculares paisajes de una zona plenamente recuperada del S.XX.

7.- Naxos (Grecia)

Naxos es una isla del Mar Egeo perteneciente al archipiélago de las Islas Cycladas. Su principal característica son las numerosas playas bien preparadas que tiene para recibir a los turistas que buscan ese plan. Si, por el contrario, el plan es más cultural, la isla griega, como no podía ser de otra manera, dispone de numerosos monumentos y ruinas que explican la historia de este fantástico lugar de Grecia.

8.- Creta (Grecia)

Sin salir de Grecia, Creta también es una opción para un viaje de una semana en verano. Prepárate para pasar calor, pero también para disfrutar de los intensos colores de este lugar: el azul del cielo y el mar y el blanco nuclear con el que pintan las casas para protegerse del calor. Además, Creta posee los restos más importantes de la antigua civilización Minoica.

9.- Gante (Bélgica)

Atravesada por los ríos Lys y Escalda, Gante es una opción más que viable para pasar unos días en verano. Al margen de que puedas encontrar una temperatura más amable que en España, la ciudad se llena de cultura y actividades durante el mes de julio, en el que los más de 45.000 estudiantes que la habitan durante el año dejan paso a turistas de toda Europa que quieren disfrutar de esta ciudad belga.

10.- Plovdiv (Bulgaria)

Esta pequeña ciudad búlgara atesora, probablemente, el casco histórico más bonito de Europa. Edificios clásicos, casas de colores, los montes Ródope de fondo o un antiguo anfiteatro restaurado entre 1970 y 1980 son solo algunas de las cosas que te ofrece la segunda ciudad de Bulgaria que, hasta hace poco, ha pasado prácticamente desapercibida para el turismo. ¡Que lo disfrutes!