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Ya no queda nada para que den comienzo las vacaciones de Semana Santa. Si eres una persona afortunada, tendrás más de 7 días de vacaciones; si no, te tendrás que conformar con los cuatro días del puente. Sea como fuere, te traemos un destino que puedes visitar con cualquiera de las dos opciones: Lituania. Viajar a los países bálticos es, aún hoy, casi un tabú. La gente, por lo general, aún no confía de que tanto en Lituania, Estonia o Letonia, está establecida una estabilidad que más quisieran en algunos de otros países europeos. Por ejemplo, de Lituania se dice que es la start-up de Europa, puesto que, en su territorio, habitan numerosas - y novedosas- empresas jóvenes. Como suponemos que serás de los que tienen pocas vacaciones, aquí tienes un plan que puedes usar para tu visita exprés a Lituania.

1.- Día 1: Vilna

vilnus Es la capital y donde encontrarás la mayoría de los vuelos. Tienes poco tiempo para visitar la ciudad, así que apunta los imprescindibles:

Iglesia de Santa Ana

santa ana Esta pieza maestra de la arquitectura gótica es una maravilla que hay que visitar. Cuenta la leyenda que el propio Napoleón, durante la invasión de Lituania, quedó fascinado por esta iglesia, e incluso quiso llevársela a París. Por suerte, se quedó donde está para el deleite de todos los visitantes.

Las tres cruces

three crosses Estas esculturas, situadas en lo alto del Parque Kalny, fueron colocadas en el siglo XVII por unos monjes precisamente para honrar el martirio de otros tres monjes en el S.XIV. Desde arriba tienes una vista magnífica de toda la ciudad.

Palacio de los Duques de Lituania

Situado en el corazón de la ciudad, este palacio fue el buque insignia del país durante los siglos XV al XVII. Sin embargo, fue totalmente destruido en el XIX, por lo que lo que se aprecia ahora es una reconstrucción impecable de lo que fue en su momento.

República de Užupis

uzupis ¿Alguna vez has visto un barrio independizado de su ciudad e incluso de país? Este es el caso de la República de Užupis, un barrio de Vilna que tiene su himno, su bandera, e incluso su propio ejército de unas 15 personas. Merece la pena verlo aunque sea por la curiosidad.

Museo de la KGB

Dentro se encontraba la sede de la agencia de espionaje rusa durante la URSS; sin embargo, ahora es el Museo de las Víctimas del Holocausto, que honra la memoria de todos aquellos asesinados por el ejército nazi durante la II Guerra Mundial.

Día 2 - Trakai

Lituania Trakai Merece la pena alquilar un coche y viajar hasta Trakai. No está muy lejos de Vilna, tan solo a 33 kilómetros, e incluso puedes ir en tren (líneas 869T y 851T) y en una media hora te habrás ubicado en una de las zonas más bonitas del país. Esta región de Lituania está repleta de pequeñas islas, y en una de ellas se levanta uno de los castillos más espectaculares de Europa: el Castillo de Trakai. Su última reconstrucción data de 1980 puesto que, aunque históricamente fue considerado como una fortaleza, en cada guerra que sufría el país, el castillo era destrozado. La gente de esta zona de Lituania aprovecha la zona para pasear e ir a pasar el día. También para darse un baño en las frías aguas del lago Galvé, toda vez que la costa más cercana esta a 300 kilómetros.

Día 3 - Kaunas

kaunas La segunda ciudad más grande de Lituania también se merece una visita. Si tienes tu centro de operaciones en Vilnius, ambas ciudades están bien conectadas por transporte público, y tan solo tardarás 1h:30m en ir de una ciudad a otra. En Kaunas vas a poder encontrar un casco antiguo espectacular, pero no solo eso. Apunta estos lugares que tienes que visitar sí o sí: Monasterio de Pažaislis, a las afueras pero precioso; el Museo Nacional de Arte Mikalojus Konstantinas Čiurlionis;  Iglesia de San Miguel Arcángel, católica; y, si te da tiempo, y como curiosidad, el Museo de la historia de la medicina y farmacia lituana.

Día 4 - Klaipėda

klaipeda Último día de viaje. Te recomendamos que, en este caso, viajes de Kaunas a Klaipeda por la noche, para aprovechar las últimas horas en el país. Nos encontramos en la parte más occidental de Lituania, y en el único puerto marítimo al Báltico. En Klaipėda destaca, sobre todo, su geología, con un increíble istmo de tierra (Istmo de Curlandia) que separa la tierra y el mar. Tampoco puedes dejar de visitar el Castillo de Klaipėda, el delfinario, el casco antiguo de la ciudad o, si te gusta, el par de casinos que se encuentran allí.
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